El mes de junio está siendo muy duro para Francisco José Espada. Toreó en Las Ventas el 2 de junio, donde el quinto toro le dio una fuerte voltereta que le dejó sin sentido, sufriendo un traumatismo craneoencefálico occipital con scalp, de pronóstico reservado que le impidió continuar la lidia. Tras comprobar que todo estaba bien, fue dado de alta al día siguiente, y reapareció el martes 11 en un festival en El Escorial.
Sin embargo, este jueves sufrió una grave cornada en la ganadería de Valdealcalde. Fue trasladado a Coria, donde le operaron de una cornada extensa en la cara anterior del muslo derecho con dos trayectorias, una de ellas llegando al fémur y disecando la femoral. «Es bastante grande la herida, la verdad. Le cogió muy feo y le metió el pitón», dice a ABC Carlos Herranz, persona de confianza de Espada.
«Con todo, está bien», continúa explicando Herranz. «Ha pasado la noche sin fiebre, con los dolores normales». Todavía no tienen plazos de recuperación, aunque «se tiene que recuperar pronto, porque el sábado y el domingo torea». Estaba anunciado el 22 en Griñón y el domingo 23 en Las Ventas con una corrida de Valdefresno, en la que compartía cartel con Morenito de Aranda y Juan de Castilla.
Quedan menos de diez días para que llegue esa fecha, pero «hará todo lo posible por estar en Las Ventas». Herranz no duda que vaya a trenzar el paseíllo ese día en la Monumental madrileña: «Él es duro y se recupera pronto». Ya ha demostrado esa dureza en numerosas ocasiones este torero, y también que, cuando se dice que los toreros son de otra pasta, es cierto.