WASHINGTON, 6 Mar.- Los dos previsibles candidatos a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, Joe Biden y Donald Trump, se han apresurado este miércoles en pedir el voto de los seguidores de la exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, poco después de que ésta anunciase su retirada de las primarias republicanas.
Haley, última rival que le quedaba a Trump en el flanco republicano, ha reconocido que «con toda probabilidad» el magnate será el candidato final a los comicios, pero ha evitado pedir el voto para él. Así, ha señalado que «depende» de él «ganarse los votos» que hasta ahora se le han resistido, tanto dentro como fuera del partido.
En su primera reacción, el exmandatario ha recordado que Haley fue «aplastada» en el ‘supermartes’, pese a su simbólica victoria en Vermont, que atribuye al respaldo de simpatizantes del Partido Demócrata. De hecho, considera que gran parte del dinero que había recaudado en campaña deriva de «la izquierda radical».
Trump, que ha presumido de firmar «el ‘supermartes’ con más éxito de la historia», ha «invitado» a los seguidores de su rival a sumarse a su «movimiento». «Biden es el enemigo, está destruyendo nuestro país», ha advertido en un mensaje publicado en la red Truth Social.
También Biden ha tenido la mano a los seguidores de Haley, considerados más moderados que los de Trump. «Donald Trump ha dejado claro que no quiere a los simpatizantes de Nikki Haley. Yo quiero ser claro: hay un hueco para ellos en mi campaña», ha declarado el actual inquilino de la Casa Blanca en un comunicado difundido por su campaña.
El demócrata ha querido también alabar la «valentía» de la exembajadora ante la ONU por enfrentarse a Trump, que ha arrasado desde el inicio del proceso. Biden considera digno de admirar en un momento en el que «pocos se atreven» a hablar contra el magnate neoyorquino dentro del Partido Republicano.
MCCONNELL ROMPE SU SILENCIO
Trump ha recibido este miércoles el simbólico apoyo público del líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, pese a que llevarían tres años sin hablarse tras el cruce de reproches por el asalto de una turba de radicales al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Ahora que está «completamente claro» que Trump será el candidato del partido, McConnell, que está ya de salida de la primera línea, ha hecho público un comunicado. «No debería sorprender que, como nominado, tenga mi apoyo», ha zanjado, según una declaración recogida por la cadena norteamericana CNN.
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