Berlín, 5 mar (EFECOM).- El director de la gigafactoría de Tesla en Alemania, André Thierig, afirmó este martes que el presunto atentado contra una torre de alta tensión que ha obligado a paralizar la producción en la planta costará al fabricante estadounidense de automóviles eléctricos cientos de millones de euros.
La paralización de la producción causará daños “en el ámbito de los nueve dígitos”, dijo Thierig en una rueda de prensa en la que indicó que no es posible pronosticar con exactitud cuándo se podrá reanudar la actividad de la fábrica, ubicada cerca de Berlín.
“Habrá varios días de interrupción, no contamos con que ocurra en el curso de esta semana. Si podrá ser a principios de la semana que viene, se verá esta semana”, indicó.
Thierig señaló que en esta ocasión la factoría, que empezó a operar en 2021, no había recibido amenazas, pero recordó que ya había sufrido un presunto atentado incendiario con anterioridad y que también se produjo un ataque contra una vía ferroviaria próxima.
“Estamos preocupados por la seguridad de nuestros empleados”, reconoció.
El director aludió además a las críticas por el impacto medioambiental de la fábrica y apuntó que el ambiente de suspicacia existente “alienta” este tipo de comportamientos, sin que se pueda adelantar aún si todo ello tendrá consecuencias para la proyectada ampliación de la gigafactoría.
Por su parte, Elon Musk, el magnate dueño de Tesla, cargó en la red social X contra los autores del atentado incendiario, que ha sido reivindicado por un grupo de extrema izquierda a través de un comunicado cuya veracidad todavía está siendo examinada por la Policía.
“O bien son los ecoterroristas más tontos del planeta o bien son marionetas de aquellos que no tienen buenos objetivos ambientales”, afirmó.
“Detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de la de vehículos a combustibles fósiles, es extrem dumm (extremadamente tonto, en alemán)”, remachó.
La gigafactoría está envuelta en la polémica desde su construcción debido a su supuesto impacto para el agua del subsuelo en la región, y en las últimas semanas surgieron además alegaciones sobre las aguas residuales de la planta, que según un informe filtrado a la prensa superan los límites permitidos para sustancias tóxicas.
Los planes para expandir la fábrica, que da trabajo a unos 12.000 empleados, han chocado con el rechazo frontal de parte de los residentes de la zona y de grupos ecologistas, que el jueves pasado lanzaron una ocupación de una parcela boscosa contigua para impedir que puedan realizarse las obras correspondientes.
La Policía de la región de Brandeburgo está investigando el incendio de la torreta, pero es posible que las pesquisas sean asumidas por la Fiscalía Federal si se confirman los indicios de que se trató de un atentado deliberado.
Según medios alemanes, el manifiesto de reivindicación del sabotaje enviado por el “grupo Volcán” (Vulkangruppe), de la extrema izquierda, aboga por “la destrucción completa de la gigafactoría” y carga contra el “tecnofascista” Elon Musk, todo ello en un paso más hacia la “liberación contra el patriarcado”
“Tesla es un símbolo del ‘capitalismo verde’ y un ataque totalitario tecnológico contra la sociedad. El mito del crecimiento verde es tan solo un sucio truco ideológico para cerrar filas contra la crítica a nivel de política interior”, se acusó en el escrito. EFECOM
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