Derrota que duele: el Lobo pagó su falta de ambición

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Fue una derrota dolorosa para el Lobo. Porque regaló un tiempo y cuando el fútbol le dio una segunda oportunidad ante un Vélez que parecía perder la brújula, el ingreso de Milo por Domínguez fue un mensaje negativo para un equipo que volvió a tener la defensa como único norte y así lo terminó perdiendo, primero por la mano de Canto y luego con una contra que solo decoró el resultado.

Desde el inicio, Vélez buscó ahuyentar fantasmas saliendo a buscar el partido, pero Gimnasia trató de plantarse en la mitad del campo. Sin embargo, la primera acción de riesgo fue para el local, con un cabezazo de Mammana a la salida de un córner que fue al cuerpo de Nelson Insfrán, que contuvo en dos tiempos.

Gimnasia evidenció problemas defensivos, en la marca y en la salida con pelota desde el fondo. La defensa tripera quedó abierta más de una vez en esos minutos. Así, una buena pelota profunda de Claudio Aquino para Braian Romero terminó en una gran tapada del Mono Insfrán, atento y rápido para salir a achicar y ahogar el grito de gol local.

Gimnasia terminó perdiendo por una mano de Canto y por una contra que decoró el resultado

Muy pocas veces el Lobo logró que la pelota pase por los pies de Pablo De Blasis y Lucas Castro. Mucho menos, darle juego a Benjamín Domínguez o tratar de buscar una diagonal de Eric Ramírez. El Fortín, aún sin sintonía fina en el último pase, le marcó diferencias claras al equipo de Madelón, cuyo único punto de anclaje en la noche de Liniers era su arquero.

Otra vez Insfrán tuvo que hacerse cargo de la situación con una que le tapó a Romero y un par de minutos después otra vez el centrodelantero perdió en el mano a mano contra el arquero tripero, inmenso más allá de los errores velezanos en la definición.

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Vélez en pleno festejo después de la primera conquista. Gimnasia cayó sin atenuantes en Liniers / Fotobaires

El gol estaba al caer y cayó nomás. A los 40, un tiro libre ejecutado desde la derecha por Claudio Aquino encontró un muy buen cabezazo de Valentín Gómez y ahí nada pudo hacer el arquero para evitar el tanto local. Un 1-0 justo por lo que uno intentó y el otro jamás demostró a lo largo de esa primera mitad.

Insfrán, figura, tuvo más acción cuando tapó otro mano a mano, en este caso al debutante Rodrigo Piñeiro. Impotente en ataque, desorientado en el medio, sin solidez defensiva, al equipo tripero lo mejor que pudo pasarse fue el final de la primera parte.

El flojo primer tiempo tuvo repercusión en las decisiones del entrenador, ya que Madelón dispuso el ingreso de Matias Abaldo por Eric Ramirez y de Ivo Mammini en lugar de Lucas Castro. Un extremo natural por el costado y más peso en el área rival con un acompañante para el paraguayo Colmán fue el reflejo inmediato del cuerpo técnico ante el mal rendimiento individual y colectivo.

Gimnasia se plantó un poco más adelante, con otra actitud y con solo eso, asomaron algunos fantasmas en el local. Un par de córners a favor generaron dudas en general y una mala salida de Marchiori para el empate de Yonathan Cabral. Se emparejó apenas el partido y el tripero encontró el 1 a 1 en la primera jugada de real riesgo en el partido.

El Pata Castro, de flojo trabajo, consigue despejar la pelota / Fotobaires

El Lobo no retrocedió en el campo, pero un centro atrás de Elías Gómez encontró en el punto del penal a Rodrigo Piñeiro que pifió el remate que se fue desviado ante la mirada controladora del arquero mens sana. Con el equipo mejor plantado y más peligroso en ataque, la imagen del Lobo fue otra. De todos modos, Madelón buscó más contención con el cambio de Yonatán Rodríguez por Pablo De Blasis y velocidad con la entrada de Franco Troyansky en lugar de Cristian Colmán.

Otra vez Nelson Insfrán se lució al sacarle del ángulo una volea a Claudio Aquino. Mejor parado el Lobo, de todos modos tuvo algunos sofocones cuando Vélez puso la pelota a la espalda de Gustavo Canto. Además, Gustavo Quinteros metió también variantes, especialmente con el ingreso del peligroso Abiel Osorio.

“Perdimos mucho la pelota, y así es difícil sostener el resultado. Me hago cargo”

Leonardo Madelón,
Entrenador de Gimnasia

El cambio de Federico Milo por Benjamín Domínguez fue toda una declaración de principios, una intención de bajarle la persiana al partido ante un rival que, nervioso, también mostró importantes grietas defensivas. En el final, el Lobo volvió a pasarla mal con un par de llegadas de un Fortín impreciso.

Vélez buscó tanto que en el final encontró una mano en el área y Rey Hilfer marcó penal. Roja para Canto por la mano, Aquino cambió por gol y Gimnasia se terminó de quedar con las manos vacías con el 3-1 sobre la hora de Pizzini. Una derrota para el Lobo que se conformó demasiado temprano con el empate.

El 99

Sorprendió Cristian Colmán al cambiar su número de camiseta. El delantero paraguayo dejó el 27 que había utilizado desde su llegada a la institución para utilizar el 99, el número más alto utilizado en el Lobo desde la implementación de la numeración nominal.

El informe de Facundo Aché en la previa del encuentro en Liniers

Madelón: “Me hago cargo y estoy enojado, pero hay que reponerse rápido”

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