EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- La creciente ola de violencia que desde hace varios días se vive en Haití es motivo de preocupación para funcionarios dominicanos, quienes expresaron este viernes que es impostergable la intervención de los organismos internacionales para controlar la situación.
Y es que en la vecina nación la situación de inseguridad y violencia ha incrementado por las intensas manifestaciones en contra del primer ministro Ariel Henry, a quien le exigen que renuncia a su cargo .
El ministro de Trabajo de la República Dominicana, Luis Miguel de Camps, manifestó que ante el agravamiento de los problemas sociopolítico y económicos que se vive en Haití en estos momentos, la participación y involucramiento de la comunidad internacional se hace impostergable.
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De Camps añadió que desde el Gobierno dominicano se está haciendo todo lo necesario para garantizar la seguridad y la paz en el país.
El funcionario hizo un llamado a los dominicanos que residen en la isla vecina a que retornen a territorio dominicano hasta tanto se controle la situación.
«Afortunadamente contamos con un gobierno con capacidad de responsabilidad y respuesta garantizando nuevamente la paz en nuestro territorio independientemente de lo que suceda allá. Si existen dominicanos en dicho país lo mejor es que retornen a su país», recalcó el funcionario.
También mostró preocupación sobre el tema, el presidente de la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC), Gabriel del Río, el cual llamó a los dominicanos que trabajan en Haití regresen a la República Dominicana porque la problemática que allí se vive es «explosiva».
«Lo ideal es que regrese a su país cuanto antes si es que pueden regresar porque no es fácil la situación de Haití», subrayó el sindicalista.
Mientras que a presidenta de la Confederación Patronal de la República Dominicana, Laura Peña Izquierdo, llamó a los organismos internacionales intervenir en el conflicto que se vive del otro lado de la isla.
Sobre los dominicanos que se encuentran en el vecino país Peña Izquierdo expresó que «su seguridad debe ser garantizada y que retornen a su país».
