Colombia autorizó la captura incidental de tiburones y otras especies: “Se está perdiendo la biodiversidad marina”
La Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (Aunap) en Colombia ha causado revuelo tras autorizar, mediante la Resolución 0119 de 2024, la captura incidental de 15 especies de escualos (once tiburones y cuatro rayas). Esta medida, anunciado recientemente, ha cambiado la clasificación de estos animales de recurso hidrobiológico a recurso pesquero, lo que ha generado una amplia controversia.
El objetivo gubernamental detrás de esta iniciativa se centra en la búsqueda de un manejo más sostenible y la conservación de estas especies, enfocándose en proteger los derechos humanos relacionados con la alimentación y la subsistencia de las comunidades costeras de Colombia.
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Esta decisión modifica parcialmente un decreto estipulado en marzo de 2021 bajo la administración del entonces presidente Iván Duque y el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, que prohibía su captura, incluso cuando era incidental. Entre las especies afectadas por esta resolución, se encuentra el tiburón sedoso (carcharhinus falciformis)
No obstante, expertos en conservación y entidades como la Unión Internacional para la Conservación del Medio Ambiente han criticado fuertemente la medida. Ellos argumentan que, aunque oficialmente se sigue prohibiendo la pesca directa de tiburones y rayas en el país, la regulación de la captura incidental podría facilitar la captura de especies en peligro y vulnerables a la sobrepesca.
Según El Tiempo, la naturalista y ambientalista Sandra Bessudo ha expresado su preocupación por las implicaciones de esta resolución. Bessudo resalta la aparente contradicción de las autoridades al afirmar que la medida busca no criminalizar a los pescadores artesanales y evitar la comercialización de dichas especies, cuando en realidad la resolución puede estar contribuyendo a la pérdida de biodiversidad marina. Además, destaca la falta de acciones concretas para incluir a las verdaderas comunidades pesqueras en la protección de sus recursos.
“Vaya manera de proteger la biodiversidad marina. ¡15 especies de tiburones y rayas dejan de ser recurso hidrobiológico y se vuelven recurso pesquero, dizque para poderlos proteger! ¿Cuál fue el criterio para esta lista? Inadmisible. (…) ¡No veo al gobierno del cambio, al gobierno ambientalista haciendo nada por la vida de la biodiversidad marina!”, sostuvo Bessudo.
Por otro lado, la Aunap y diversos ministerios del Gobierno colombiano han justificado la decisión como un esfuerzo para recopilar las inquietudes de las comunidades costeras y establecer un manejo sostenible que no afecte las prácticas culturales. Sin embargo, la selección de especies para esta nueva categorización ha generado preguntas acerca de los criterios técnicos empleados, dada la inclusión de especies como el tiburón martillo y el tiburón sedoso, conocidos por ser altamente capturados a nivel industrial.
“Se reitera la prohibición de la pesca dirigida a los tiburones y rayas marinas, así como la comercialización internacional (importaciones y exportaciones, reexportaciones) de los productos y subproductos de estas especies. Entre las nuevas medidas se acordó que las entidades trabajarán con las comunidades de pescadores en la actualización del Plan de Acción Nacional de los Tiburones, Rayas y Quimeras de Colombia (PAN Tiburones) como instrumento único para la gestión de conservación de este grupo de peces”, se lee en un comunicado firmado por el Ministerio de la Igualdad y la Equidad, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca.
La medida ha desatado un debate sobre el futuro de la sustentabilidad en las prácticas pesqueras colombianas y la preservación de la biodiversidad marina. La resolución subraya la importancia de propender por una pesca más sostenible, pero a la vez despierta preocupaciones sobre posibles lagunas que permitan la pesca dirigida de especies protegidas bajo la apariencia de capturas incidentales.
En resumen, la decisión de permitir nuevamente la pesca incidental de ciertas especies de tiburones y rayas ha reavivado el debate sobre la conservación marina en Colombia, poniendo en contrastes los esfuerzos de conservación anteriores contra las necesidades y prácticas tradicionales de las comunidades costeras. Los próximos pasos de la Aunap en la regulación específica de esta medida serán cruciales para determinar el impacto real de este cambio en las políticas de conservación marina del país.