Pronósticos meteorológicos reiterados advirtieron que esta semana llegará a nuestra región la primera ola de calor de 2024, con temperaturas que arrojarán altísimas marcas térmicas, mientras que el Servicio Meteorológico nacional anunció que ya rige el alerta rojo en los pròximos días por las altas temperaturas.
Lo primero que corresponde señalar, entonces, es confiar en que la población adopte las diversas medidas que se aconsejan para evitar los golpes de calor. Se sabe que la persistencia de las altas temperaturas significa un riesgo y que las consecuencias en la salud pueden resultar peligrosas, sobre todo, para los grupos de la población más vulnerables. Se sobreentiende que las autoridades sanitarias se mostrarán atentas frente a esta amenaza climática.
Se sabe que, luego de que 2023 fuera confirmado como el año más caluroso jamás registrado, un estudio de climatólogos europeos calculó que existe una alta probabilidad de que este año la temperatura media anual del planeta supere por primera vez el umbral de 1,5º C respecto a los niveles preindustriales.
El umbral de 1,5 grados constituye un punto de inflexión clave en el proceso de calentamiento global dado que muchos científicos consideran que superar esa marca tendría consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la humanidad.
Debe recordarse que en enero del año pasado nuestra ciudad sufrió de muy altas temperaturas, de modo que en varias oportunidades el Servicio Meteorológico Nacional y distintas áreas de salud recomendaron a la población que adoptaran diversas medidas preventivas, para evitar los golpes de calor.
En dos oportunidades el Municipio platense advirtió sobre esta cuestión y declaró el alerta amarillo, mientras que en otras ciudades cercanas se pasó en forma directa al alerta naranja
Solo en Europa, en el verano ya transcurrido, las muy elevadas temperaturas causaron más de 60.000 muertes y, de acuerdo a los pronósticos, el calor en nuestro continente, que ya azotó con crudeza al Brasil y que ya se ha presentado en varios países con temperaturas que superaron los 38 grados, podría originar graves consecuencias con la llegada de los meses más calurosos del verano. En casos extremos, la térmica llegó a 60 grados.
Distintas fuentes médicas advierten que no pocas personas corren el riesgo de padecer un golpe de calor, un trastorno que consiste en la incapacidad del organismo para regular la propia temperatura y que se produce como consecuencia de la exposición prolongada a temperaturas y humedad extremas.
Para evitar el golpe de calor, los especialistas recomiendan no exponerse al sol en exceso (sobre todo en la franja horaria que va de las 10 a las 16), hidratarse con agua (no esperar a tener sed), tratar de no consumir bebidas alcohólicas ni azucaradas, no ingerir comidas abundantes, reducir la actividad física, evitar estar en lugares cerrados muy calurosos y usar ropa liviana y de colores claros y gorros si se está al aire libre.
Demás está señalar que la penuria climática no debiera verse acentuada por las tan habituales deficiencias en el servicio de agua domiciliaria en la Región, que incluye la inexistencia de suministro para muchos barrios a los que no llegan las redes.
Al mismo tiempo, el Estado debiera impulsar políticas que sirvan para modificar estructuralmente el hábitat muchas veces inhumano, en el que viven miles de niños y ancianos obligados por las circunstancias.