Desde ya hace un tiempo los episodios de inseguridad forman parte de una preocupante, pero cruda realidad en La Plata con la particularidad que, en estos últimos meses, los ladrones parecen estar dispuestos a cualquier cosa. Bajo cualquier modalidad, los delincuentes se la rebuscan para concretar sus ataques sin distinción de zona.
Lo que está claro es que nunca en la vida, Soledad, la protagonista de esta historia, pensó que sufriría junto a su familia el robo de una pileta de grandes dimensiones. Sin estrenar, y comprada con enorme esfuerzo para hacerle frente al verano y sus extremas temperaturas, la piscina desapareció del terreno ubicado sobre 152 y 82, en el barrio Los Hornos. Tal como EL DIA anticipó, la pileta de fibra de vidrio de 7 metros de largo, con una profundidad de 1,5 metros de alto y una capacidad de acopio de agua estimada en más de 20 mil litros, había sido sustraída durante la madrugada del 18 de enero.
“Compramos la pileta, estaba a medio llenar y casi no la pudimos utilizar porque la robaron. Nos dejaron sólo el pozo”, contó la Soledad en su denuncia. Este robo llamó la atención de los investigadores por la complejidad de sustraer la piscina y mucho más, por el trabajo que se tomaron de vaciarla para luego ser transportada.
Fue así que durante el fin de semana, tras varios días de trabajo por parte de los agentes que recolectaron testimonios e hicieron un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona, las coordenadas llegaron a una vivienda ubicada en la Megatoma de Los Hornos, lugar conocido por tener la usurpación más grande de terrenos en la Provincia de Buenos Aires.
Una vez avistada y con orden de registro en mano, la Policía se dirigió a una casa ubicada sobre 143 entre 77 y 78, lugar ocupado por un hombre con varias causas por robo, que en el momento del allanamiento no estaba en el lugar. “Permanece prófugo”, indicaron fuentes a este diario. La UFI N° 17, a cargo de la fiscal María Eugenia Di Lorenzo, fue la que avaló el secuestro de la pileta.
“Mi marido y 20 hombres más”
La propietaria de la pileta, Soledad, dialogó con EL DIA y reveló detalles del rescate, hecho que recorrió todo el país. “Ya estaba instalada y tenía agua. Tuvo que ir mi marido con 20 personas y palas para desenterrarla, cargarla y traerla para mi casa”.
De acuerdo a su testimonio, la pileta había sido comprada a comienzos de octubre del 2023 a un valor de $1.300.000. “Fue un gran sacrificio, ahorros de mucho tiempo, laburando mucho, juntando peso por peso para poder lograr comprarla”, comentó. “Ahora la voy a volver a instalar en nuestro terreno, la cerraremos un poco más y pegaremos con cemento.”, concluyó.