Junto con la escalada de precios que, en algunos casos como los medicamentos ronda el 200%, los pacientes no tienen respiro ante los costos que deben enfrentar para atender sus problemas de salud.
Las empresas de medicina prepaga ya anunciaron que en el primer bimestre del año las cuotas se dispararán un 76% acumulado.
El sablazo será del 40% para enero, a cobrarse en febrero, y luego, acumulativo, se le sumará otro 26%.
Si alguien pagaba 100 mil pesos a fin de año, a principios de marzo deberá desembolsar 176 mil. Asfixiante para la mayoría.
A eso se suma que muchos médicos decidieron seguir cobrando copagos para atender -en muchos casos hasta en negro-, por lo que los pacientes se encuentran ante una situación desesperante que lacera sus bolsillos.
“La prepaga me dice que denuncie al médico. Pero no lo voy a hacer, porque no me lo quiero poner en contra”, razona una mujer de 60 años en el consultorio de un neurólogo de cierto renombre, en el barrio porteño de Palermo.
“A mí me el psicólogo me avisó que a partir de la próxima sesión, me cobrará un copago adicional al que ya me cobraba a pesar de que voy por prepaga.
Es decir, es un copago del copago”, se queja otra mujer antes de poner cara de resignación y cambiar de tema porque “es lo que hay”.
Los casos se repiten. La atención de la salud se convirtió en prohibitiva para vastos sectores de las clase media, sobre todo los que aún pelean por no caer a clase media baja, que ya directamente ha tenido que dar de baja la medicina privada y se atiende en el sistema público, como ocurre con la mayoría de los monotributistas y autónomos.
Qué pasa en la Justicia
En este escenario, la Cámara Civil y Comercial Federal rechazó habilitar la feria judicial para tratar un amparo presentado por una jubilada a raíz de los aumentos del servicio de su hospital de comunidad.
Una mujer de 77 años había presentado un pedido de amparo para que el Hospital Italiano no le aplicara los ajustes en las cuotas que habilitó el decreto de necesidad y urgencia 70/2023 dictado por el Gobierno de Javier Milei, al desregular el sistema sanitario.
La socia del Italiano sostuvo que se encuentra atravesando una situación de urgencia que “amerita la habilitación de la feria judicial, ya que se aumentos desmedidos en la cuota generaron que deba dejar de pagar otras obligaciones para no endeudarse con su cobertura médica”.
En ese sentido, la jubilada pidió declarar nulos los artículos 267 y 269 del decreto.
La mujer cuestionó los aumentos arancelarios del servicio de medicina prepaga del Hospital Italiano, que actualmente rondan los $113.000 y, según afirmó, no podrá afrontar los aumentos en las cuotas, lo cual pone en peligro la posibilidad de comprar la medicación que debe tomar diariamente.
Pero la Sala A de Feria de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal (jueces Eduardo Daniel Gottardi, Juan Perozziello Vizier y Fernando Uriarte) rechazó el amparo, al considerar que no existe una “circunstancia real de incumplimiento” en el pago de las cuotas.
En este sentido, en la Justicia se adopta la posición de la Corte Suprema, que recién se abocaría a estudiar la validez constitucional del mega decreto de Milei tras el receso por la feria, que concluye el miércoles de la semana que comienza.
Los aranceles médicos
Los médicos cobran igual aranceles para atender a pacientes de prepagas.
Pese a los aumentos en el servicio de salud privada, crece el cobro de copagos por parte de médicos.
Se estima que en enero se sumaron un 10% más de médicos que les piden a pacientes este adicional. La práctica ya se empieza a volver común y es una forma de reforzar los ingresos a costa de los pacientes.
La mayoría de los pacientes no denuncia los pedidos de plata adicional porque necesita mantener una buena relación con el médico, para el cuidado de su salud.
Los profesionales se defienden y aseguran que las prepagas aún no les trasladaron a sus honorarios las subas de las cuotas que aplicaron a afiliados ni cambiaron los plazos de pago (que van de 30 a 120 días luego de facturado el servicio).
Otros dicen que las que sí dieron incrementos, no alcanzan para compensar el retraso ante el avance de la inflación.
Los aumentos a médicos van del 10% al 15%. En diciembre, la inflación fue un 25,5%, de acuerdo al Instituto de Estadística y Censos (Indec), y las estimaciones privadas calculan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se ubicará en torno al 20% en enero.
Asociaciones que representan a establecimientos y profesionales de distintas especialidades advirtieron que las compañías de medicina privada definieron un porcentaje de actualización de forma inconsulta. “Fue una imposición, no hubo ninguna negociación”, indicaron.
De cara a los próximos meses, intentarán presionar para que los ajustes estén en línea con los incrementos aplicados a los asociados en enero y febrero, que implicarán un incremento de casi 70% promedio en apenas dos meses.
Por un turno médico, actualmente los profesionales cobran de las prepagas en promedio $ 3.000. En el mejor caso llega a $ 5.500, mientras que en el peor ronda los $ 2.500. En estas consultas, los copagos rondan entre $ 1.500 y $ 6.000 dependiendo el profesional y la especialidad.
“Los medicamentos aumentaron 300% este año y están en pico histórico general dentro de las estructuras de costos del promedio de las prepagas, en torno al 40%. El atraso es de muchos años”, aseguraron en una de las empresas del sector
En el sector empezaron de inmediato a aplicar las subas, pese a que calculan que va a haber una importante pérdida de clientes. Si los ingresos de sus afiliados no mejoran,muchos no van a poder enfrentar los costos.
Se estima que en enero se sumaron un 10% más de médicos que cobran a sus pacientes