
kristalina georgieva, la directora gerente del fondo monetario/archivo
Después de algunas semanas de silencio sobre nuestro país, el Fondo Monetario Internacional advirtió ayer que las nuevas medidas del ministro de Economía y candidato presidencial del peronismo Sergio Massa para fortalecer el poder adquisitivo “suman desafíos” a una Argentina con una inflación “muy alta” y “en aumento”.
A menos de un mes de las elecciones presidenciales del 22 de octubre, el FMI está preocupado porque “la situación económica sigue siendo muy difícil y compleja” en el país, afirmó Julie Kozack, directora de comunicaciones de la organización, en rueda de prensa en Washington.
Fue un día después de que el Indec difundiera que el 40,1% de los argentinos están en situación de pobreza.
“La inflación es alta, muy alta y va en aumento. Los colchones de reserva (monetaria) son bajos y las condiciones sociales son frágiles”, describió Kozack.
Soluciones
Ante este panorama los candidatos mejor posicionados para las elecciones, Massa, abanderado del oficialismo, y Javier Milei, economista libertario de derecha, proponen distintas soluciones.
Pero ninguna parece convencer del todo al Fondo, con el que nuestro país firmó un programa crediticio en virtud del cual recibe 44.000 millones de dólares a 30 meses a cambio de que el Banco Central aumente sus reservas internacionales y el Gobierno reduzca el déficit fiscal.
Massa, mientras, se quejó de que el Fondo le obligó a devaluar el peso un 20 por ciento frente al dólar tras las PASO de agosto.
En plena campaña electoral, el ministro intentó compensarlo con subsidios y exenciones de impuestos para los sectores más pobres y los jubilados, unas medidas que la oposición bautizó “plan platita”.
Según Kozack, estas iniciativas “se suman a los desafíos de Argentina”.
“Estamos trabajando para comprender y evaluar mejor el impacto de las medidas recientes y la necesidad de acciones compensatorias que podrían adoptarse para reforzar la estabilidad y salvaguardar los objetivos del programa sin añadir vulnerabilidades futuras”, añadió.
El Fondo advierte asimismo que una de las propuestas estrella de Milei, dolarizar la economía, “requiere importantes pasos preparatorios y no sustituye a políticas macroeconómicas sólidas”.
Aunque reconoce que “determinar un tipo de cambio es prerrogativa de una nación soberana”, la portavoz consideró importante garantizar dos aspectos: que “las políticas macroeconómicas sean coherentes con una transición ordenada” y una “viabilidad a largo plazo del sistema” que se elija.
Milei lidera los sondeos con entre 32% y 35% de intención de voto para la primera vuelta en comparación con el 29 a 32% de Massa. Las encuestas, que se han equivocado más de una vez en el pasado, otorgan entre 25-28% a la derechista Patricia Bullrich.
Luego de cerrar la revisión del FMI y asegurar el desembolso a la Argentina, el Gobierno convalidó una devaluación del 22% sobre el tipo de cambio oficial.
Evaluaciones
“Los anuncios recientes suman desafíos a la Argentina. Estamos trabajando en entender mejor el impacto de las medidas recientes y la necesidad de tomar acciones de compensación que puedan fortalecer la estabilidad y salvaguardar los objetivos del programa sin agregar vulnerabilidades”, interpretó Kozack.
Con respecto al salto del dólar, la portavoz del organismo afirmó que era una parte fundamental del programa con la Argentina. “El realineamiento del tipo de cambio junto con el ajuste de la política monetaria y fiscal son componentes esenciales del programa”, sostuvo.
“El paquete de medidas que tomaron las autoridades, acordado en el contexto de las recientes quinta y sexta revisión combinadas, tenía intención de salvaguardar la estabilidad, reconstruir las reservas, restaurar el orden fiscal y, también, proteger a los más vulnerables”, sostuvo la portavoz.
Consultada sobre cuándo se realizará la próxima revisión, la portavoz dijo que “aún es demasiado pronto” para fijar una fecha. No obstante, esa auditoría resulta relevante porque está en juego el desembolso de U$ 2.500 millones que calza con los vencimientos de octubre y noviembre.
La revisión debiera iniciarse entre la primera vuelta electoral y la fecha de un eventual balotaje para que el giro de dinero pueda utilizarse para pagar los vencimientos. Pero el calendario aceptado por ambas partes genera más incertidumbre.
El FMI ha hecho especial hincapié en la necesidad de acelerar la reducción del déficit fiscal para bajar la inflación y encarrilar la economía.