VIDEO. Una máquina de ganar para seguir alimentando la ilusión

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PARAGUAY, ENVIADO ESPECIAL

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Estudiantes cumplió en Paraguay. No sólo que ganó para seguir arriba en la Copa Sudamericana, sino que además goleó para jugar también con la diferencia de goles a su favor. Aplastó 4-0 a Tacuary con dos goles de Mauro Boselli, otro de Leonardo Godoy y el restante en contra.

Si bien su objetivo es meterse en los octavos de final de manera directa sin pasar por el repechaje, con el triunfo de ayer se aseguró tener una chance más en el caso de no poder dejar atrás a Bragantino. Además de ser una posibilidad extra es otro ingreso de dinero (sumados a los 300 mil dólares que ya recaudó en esta edición solo por partidos ganados). No le convence hoy, pero no deja de ser un comodín que ya se lo aseguró.

En el primer tiempo Estudiantes tuvo el dominio del partido y el manejo de la pelota, pero careció de intensidad como para superar a un rival que nunca quiso ni buscó el triunfo sino estar agazapado para aprovechar algún error para facturar.

El saludo entre Mauro Boselli, el goleador de la noche en el estadio Defensores del Chaco y el entrenador, Eduardo Domínguez / AFP

Para colmo de esa lentitud para atacar se vio un mal primer período de Fernando Zuqui y José Sosa, los encargados de ser los dueños del equipo ante la ausencia de Rollheiser. Ninguno de los dos pudo ser el jugador que necesitaba el equipo y requería el partido.

Tampoco funcionó el doble “9” y la defensa con cuatro jugadores le quitó solidez a los centrales y proyección a los laterales. Está claro que el 3-5-2 es lo mejor para el funcionamiento del equipo y por algo Eduardo Domínguez lo utiliza en todos los partidos. O en casi todos, menos anoche y un par más. Anoche Santiago Núñez se tuvo que ir en el entretiempo por la amarilla que vio unos minutos antes.

Pese a esa parquedad inicial para ir a buscar el gol, Estudiantes fue el mejor de los dos. No es ningún mérito teniendo en cuenta el nivel de su rival, pero tuvo dos o tres oportunidades claras como para ponerse al frente. Primero un cabezazo de Carrillo que dio en la base del poste izquierdo de Servin, un anticipo de Mauro Boselli que se fue por encima del travesaño y el gol anulado a Matías Godoy por off side, primero sancionado por el asistente y luego avalado por el VAR. Muy poco para un equipo que tal vez haya regulado demasiado un partido que lo tenía como un claro favorito.

Pero al igual a lo sucedido en La Plata el mes pasado, en el arranque del segundo el Pincha logró la diferencia que luego abrió el partido. Fue a los 11 minutos, cuando la dupla Godoy hizo una buena jugada por la banda derecha y el exTalleres la terminó con un remate al gol casi adentro del área chica. Por las bandas, por afuera fue la fórmula que hizo hincapié Domínguez para empezar a ganar el partido. En la primera llegada bien clara marcó el gol que dio mayor tranquilidad y sacó esa presión que se empezara a estancar arriba del estadio.

Cuatro minutos más tarde llegó el segundo gol, el que le bajó al persiana al partido, porque Tacuary ya no tuvo argumentos como para ir a buscar un partido que ya estaba cuesta arriba con el 0-0. A los 15 minutos una gran jugada del Vasco Benedetti por la izquierda llevó la pelota hasta el área de enfrente y le dejó servido el gol a Mauro Boselli, que paró el balón, levantó la cabeza y vio adelantado al arquero. Por eso ensayó un remate tan preciso como magistral, para llegar a los 15 tantos en torneos internacionales, como Juan Ramón Verón. Tremendo goleador tiene Estudiantes, que además de entender el juego aun mantiene una clase de definiciones como la de anoche en Asunción.

El 2-0 le sacó la emoción al partido, al menos en lo referido a quién iba a quedares con los tres puntos. Sólo empezó a jugar su papel la diferencia de gol, a la espera que Bragantino resbale en alguna de presentaciones que tiene por delante.

El Pincha alcanzó una racha de 13 partidos sin perder, con 10 victorias y tres empates

Incluso Domínguez decidió darles descanso a los laterales, algo que estuvo a punto de hacer en la previa del juego, ya que entendía que Benedetti y Leo Godoy llevaban muchos partidos seguidos: adentro Emmanuel Mas y Eros Mancuso, que mantuvieron la vara alta en la idea de lastimar por las bandas.

Es más, de un centro desde la izquierda llegó el gol en contra antes de los 30 minutos y el cuarto a los 32, que ahora le permitió a Mauro Boselli convertirse en el máximo goleador de Estudiantes en la historia del club en competiciones internacionales. Un calco a lo sucedido en el partido jugado en Argentina: el rival ya no tuvo manera de frenar un vendaval y la suerte quedó echada y a las claras.

Ese cuarto gol le dio a Estudiantes el resultado que había ido a buscar, el que mereció y el que lo dejó arriba en la tabla de posiciones, pero que también ratificó un rumbo más que interesante de 13 partidos sin perder, con 10 triunfos y tres empates. Un momento para celebrar, ilusionarse y defender lo más que pueda.

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