La Policía berlinesa abre una investigación criminal contra Roger Waters por antisemitismo al comparar a Ana Frank con una palestina

Hace unos días, Roger Waters armó la marimorena a su paso por Berlín. Durante su concierto de la gira ‘This Is Not A Drill’ en el Mercedes-Benz Arena de la capital alemana, el ex Pink Floyd vistió lo que a parte del público le pareció ser un uniforme de las SS -en realidad era un traje militar como los que ha usado muchas otras veces- y simuló disparar una ametralladora mientras en las pantallas gigantes aparecían los nombres de Ana Frank y de Shireen Abu Akleh, una periodista palestina que hace un año murió asesinada por soldados israelíes mientras hacía un reportaje para Al Jazeera sobre los enfrentamientos en un campo de refugiados.
En las pantallas se podía leer: «Los nazis mataron a Ana Frankpor ser judía. Los israelíes mataron a Shireen por ser palestina». Además, después de un breve intermedio, el clásico cerdo inflable de los conciertos de Waters voló por el recinto con ojos iluminados por demonios y adornado con el logotipo de una empresa de armamentos israelí y estrellas judías.
El show desató la ira inmediata del mismísimo ministro de Exteriores israelí, que al día siguiente tuiteó un mensaje acusando a Waters de antisemita: «Buenos días a todos menos a Roger Waters, que pasó la noche en Berlín (sí, Berlín) profanando la memoria de Ana Frank y los 6 millones de judíos asesinados en el Holocausto». Y apenas veinticuatro horas después, la polémica ha dado otro salto al conocerse que laPolicía de Berlín ha abierto una investigación criminal contra el artista británico por presunta «incitación al odio».
El inspector jefe de policía Martin Halweg ha confirmdo la apertura de la investigación con estas declaraciones a Jewish News: «El Departamento de Seguridad del Estado en la Oficina de Policía Criminal del Estado de Berlín ha iniciado un procedimiento de investigación criminal con respecto a la sospecha de incitación al odio, señalada en el 140 Párrafo 4 de la ley alemana de código criminal. Se considera que el contexto de la ropa usada es capaz de aprobar, glorificar o justificar el gobierno violento y arbitrario del régimen nazi de una manera que viola la dignidad de las víctimas y, por lo tanto, perturba la paz pública. Después de la conclusión de la investigación, el caso será remitido a la Fiscalía de Berlín para su evaluación legal».
Waters ya se vio envuelto en una controversia similar a principios de este año que provocó la cancelación de sus espectáculos en Frankfurt y Munich por parte de las autoridades locales, decisión que fue revocada más tarde por un tribunal que falló en su contra alegando libertad artística, aunque un juez señaló que algunos aspectos de su puesta en escena eran «de mal gusto» y obviamente se basaban en imágenes del régimen nazi. El de Frankfurt es este fin de semana, donde la comunidad judía local ha convocado protestas a las puertas del pabellón Festhalle que acogerá el concierto. Además, la asociación rabínica judía ortodoxa de Alemania ha pedido que se prohíba la gira entera de Waters en Alemania.
Uwe Becker, el comisionado de antisemitismo del estado regional de Hesse, ha asegurado al diario Frankfurter Rundschau que Waters está promoviendo «el odio y la incitación contra Israel» con sus espectáculos, y el Centro Simon Wiesenthal, que busca educar al público sobre el Holocausto, ha tuiteado: «Qué vergüenza para las autoridades de Frankfurt y el estadio Mercedes Benz en Berlín, un lugar desde donde los nazis deportaron a los judíos, por proporcionar al antisemita #RogerWaters este lugar para su concierto sin preocupación ni consideración por los miembros de la comunidad judía».
Alemania no es el único país donde Waters ha tenido problemas con su gira, ya que en el Reino Unido, el parlamentario Christian Wakeford se pronunció en contra de la próxima actuación de Waters en Manchester, presentando una moción que buscaba prohibir el concierto citando el creciente «sentimiento antijudío» en el país.
Las primeras acusaciones de antisemitismo contra Waters se produjeron en 2010 cuando, durante un concierto, mostró un gráfico que mostraba la estrella de David judía junto a signos de dólar. Más tarde declaró a través de su sitio web: «No hay significados ocultos en el orden o la yuxtaposición de estos símbolos».
Sin embargo, Waters ha negado repetidamente las acusaciones de antisemitismo, diciendo que sus críticas son siempre contra el Estado de Israel y no contra el pueblo judío. En una entrevista reciente con la revista alemana Berliner Zeitung, afirmó que Israel estaba involucrado en un «genocidio» y comparó los hechos con la forma en que se comportó Gran Bretaña «durante el período colonial», asegurando: «Nosotros los británicos nos creíamos inherentemente superiores a los pueblos indígenas, tal como lo hacen los israelíes en Palestina. Y en realidad no lo éramos, y tampoco lo son los judíos israelíes».