
La conexión que tenía Francisco Umbral con la ciudad de León fue breve e imborrable. Allí, según algunos estudiosos de su obra, se forjó su espíritu de reportero, trabajando para ‘La Voz de León’, ‘Proa’ y ‘El Diario de León’. La capital legionense no sólo fue cuna de sus primeros artículos radiofónicos y algunas de sus primeras novelas. Fue custodio silencioso de una de ellas, ‘Días sin escuela’, que quedó olvidada en la revista interna de la Diputación Provincial, ‘Tierras de León’, y sepultada durante casi 50 años bajo su fama posterior.
La obra, ganadora del concurso de novela corta ‘XI certamen de exaltación de valores leoneses’ en 1965, es un relato de apenas 12 páginas en su edición original que narra las peripecias de un niño que crece en la posguerra española en la ciudad de Léon. «Es una novela muy liviana, a pesar de su juventud y de que prácticamente puede considerarse la primera. Tiene su estilo umbraliano; se anticipa esa armonía, esa musicalidad características del autor», explica el periodista Emilio Gancedo, actual coordinador de Proyectos y Actividades Culturales del Instituto Leonés de Cultura y encargado de su primera edición. Aquel manuscrito se publicó en la revista cultural ‘Tierras de León‘, una gaceta ya extinta que editaba la Diputación con «una difusión muy, muy escasa», precisa el periodista y añade que «nunca se había hecho nada más con ese texto».
Alfonso García, profesor de literatura y descubridor de la pieza, sitúa el origen de su hallazgo en una conversación que tuvo con un amigo de su padre: Maximino González Morán. «Entonces, Maximino era vicepresidente de la Diputación y un día hablando de literatura me comentó que estuvo en un jurado donde dieron un premio a Francisco Umbral», rememora García. Fue unos años después que esta conversación volvió a su recuerdo y empezó a buscar la novela por todos los números que se habían publicado de ‘Tierras de León’.
Tres años de búsqueda
«Había muy pocas referencias y, sobre todo, me costó mucho trabajo porque desconocía las fechas en que se había producido», subraya el profesor, que detalla que «hubo una primera fase de buscar por todos los lados posibles, sin intuir efectivamente la localización y que duró como un par de años». Para ese entonces, el exvicepresidente de la Diputación había fallecido. Al final su búsqueda se alargó hasta los 3 años, hasta que un día, dio con la fotografía en la que un joven Umbral recibía el premio de manos de una mujer vestida con traje regional, el Día de León, que le llevó a ubicarla en fecha y encontrar el manuscrito. «Estaba diluido entre artículos muy diversas índole», revela a ABC.
Entonces, ¿el autor nunca se volvió a interesar por su obra? «Nadie me dio respuesta a esa pregunta que yo hice a unos y a otros», responde García. «Si se había preocupado de esta novela o la olvidó radicalmente no lo sabemos. Nadie de los que yo pregunté cercanos a Umbral conocía la existencia de este texto», confiesa sobre un escrito inédito, tanto tiempo soterrado en los confines de una memoria extinta.
Después de su hallazgo, esta obra, escrita por Umbral cuando tenía 33 años estuvo varios años huérfana de editor. Ahora, por fin, tendrá una primera edición a cargo del Instituto Leonés de Cultura, en tapa dura, con prólogo de García y epílogo de Gancedo, que se presentará el próximo jueves 18 en el Ateneo de Madrid.