
tras los efectos de la ola de calor, baja el precio del pollo/g. calvelo
En tiempos en los que la inflación dispara todos los precios semana a semana, aparece una buena noticia para los consumidores: bajó considerablemente el precio del pollo. Pasó de costar unos 650 pesos el kilo cuando hace unas pocas semanas estaba a 850 pesos.
Roberto Domenech, al frente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), asegura que él anticipó esto en marzo cuando en plena ola de calor el pollo se fue a las nubes.
“Los pollos estuvieron 45 días a dieta porque más allá de la tecnología que se utiliza en la producción, por el calor hubo que ponerlos a dieta, no se los podía alimentar a discreción”, aclara el dirigente para explicar por qué en marzo se registró un gran aumento.
La calma en las marcas térmicas también llevó tranquilidad al sector y, según afirma Domenech, desde la última semana de abril el precio de la carne avícola comenzó a bajar.
”Siempre hay un momento en el que el precio toca el piso, pero si alguien compró un cajón a 10 mil y al otro día está a 9 mil, vende el primer producto de acuerdo al valor que lo compró y atrasa un poco las compras hasta ver en cuánto se estabiliza”, afirma Domenech.
En ese contexto, el dirigente señala que el cajón de pollo, que trae 20 kilos, empezó a venderse a 8 mil pesos, con un precio de costo de 400 pesos por kilo.
”Ahora, recién salido del frigorífico está a 9 mil el cajón y para la venta, a 650 pesos el kilo”, agrega.
Desde el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas se da como precio de referencia para el kilo de la pata muslo, 500 pesos y para las supremas, 1.500 pesos.
Acerca de si esta “primavera” en los precios se mantendrá por algún tiempo, se aclara que no hay que perder de vista el índice de inflación que ronda el 8 por ciento.
En relación a la producción, se informa que hay un buen nivel de oferta, algo en lo que también incide el cierre de la exportación a raíz de los brotes de influenza aviar, algo que hasta el momento se mantiene focalizado, de acuerdo a lo que dicen los productores.
”La gente está feliz”, resume Juan Casarini, al frente de la carnicería de diagonal 78 y 55, para graficar cómo tomaron sus clientes el nuevo precio del pollo.
En esa carnicería el kilo de pollo se vende a 680 pesos y llegó a estar hace unas semanas a 1.100 pesos; el kilo de suprema se vendía a 2.650 pesos y ahora a 1.890 pesos. “Hay diferencia y por eso empezó a venderse en mayor cantidad”, explica Casarini.
También agrega que el kilo de cerdo está entre 1.400 y 1.600, dependiendo del corte. Pero hay cortes como la paleta que salen a 900 pesos el kilo.
En otro comercio de la Ciudad, ubicado en la zona de Plaza Azcuénaga, también se indica que es un alivio que el precio vuelva a tener precios medianamente accesibles para los consumidores.
”Ahora está a 650 pesos el kilo, pero llegamos a venderlo a 900 pesos y las supremas estaban casi igual que el kilo de lomo. Una locura”, dice el carnicero de ese comercio.